Potencia y conducción superiores
Cuatro motores eléctricos asíncronos con una potencia total de 313 CV (230 kW) proporcionan al Audi e-tron las prestaciones de un deportivo de alto rendimiento. En caso necesario, el prototipo acelera de 0 a 100 km/h en 4,8 segundos y de 60 a 120 km/h en 4,1 segundos. En función de la situación de conducción y las características del firme, el par motor fluye a las ruedas de forma selectiva, lo cual tiene como resultado las sobresalientes prestaciones de tracción y maniobrabilidad que ofrece el vehículo.
La velocidad máxima está limitada a 200 km/h, dado que, con la velocidad, la demanda energética de los motores eléctricos se incrementa notablemente. En modo de conducción mixta, la autonomía se sitúa de acuerdo con el nuevo ciclo europeo de conducción (NEFZ) en unos 248 km.
Este excelente valor es posible gracias al enfoque integrado del vehículo, la técnica especialmente adaptada al sistema de propulsión eléctrica, combinado con la más moderna tecnología en materia de baterías. El bloque de baterías ofrece un suministro energético total de alrededor de 53 KW/h, la parte utilizable está limitada a 42,4 KW/h para incrementar la vida útil del sistema. Audi apuesta en el caso de las baterías por una refrigeración por líquido.
El acumulador eléctrico se recarga a través de un cable con enchufe que va conectado a la red eléctrica doméstica (230 voltios/16 amperios); el enchufe se encuentra debajo de una tapa en la parte trasera del vehículo. Con la batería descargada, el tiempo de recarga oscila entre 6 y 8 horas, si se utiliza corriente de alta tensión (400 voltios/63 amperios), dicho periodo se reduce a tan solo unas 2,5 horas. Para incrementar el nivel de confort durante la recarga, los ingenieros de Audi están trabajando en una solución sin cables. La estación de carga por inducción, que puede colocarse en el garaje de casa o en edificios de aparcamiento especiales, se activa automáticamente al anclar el vehículo en la base. Actualmente ya se utiliza este tipo de técnica de forma parecida para la recarga de los cepillos de dientes eléctricos.
La batería no se alimenta únicamente en modo estacionario, sino también durante la marcha, lo que se conoce como sistema de recuperación, disponible ya en muchos modelos de serie de Audi. Al decelerar, el alternador transforma la energía cinética en energía eléctrica que a continuación sirve para alimentar la red de a bordo.
El Audi e-tron, que utiliza para frenar cuatro ligeros discos cerámicos, da un paso decisivo hacia el futuro. Un sistema de frenos electromecánico permite aprovechar el potencial de recuperación de los motores eléctricos. En el eje delantero hay pinzas hidráulicas, y en el eje trasero se han instalado dos modernas pinzas flotantes accionadas eléctricamente que no se activan mediante elementos de transmisión mecánicos o hidráulicos, sino por cable (brake by wire). Además, cuando el vehículo circula sin aplicar los frenos no se producen pérdidas por fricción debidas a momentos de fricción residual.
Debido al desacoplamiento del pedal de freno, los motores eléctricos del Audi e-tron pueden transformar toda la energía de deceleración en corriente eléctrica y de esta forma volver a recuperarla. El sistema de frenos electromecánico no se activa hasta que se producen deceleraciones de mayor intensidad. El conductor no se da cuenta de los procesos de regulación, solo percibe una respuesta del pedal previsible y constante, como en el caso de un freno hidráulico.